Florencia Bergallo, Natalia Di Cienzo y Victoria Roland son amigas, cordobesas, actrices, y hace veinte años o veinticinco siglos, mujeres y bacantes.
Se conocieron en la Universidad Nacional de Córdoba, se licenciaron por un lado y se hermanaron por el otro. Entre 1998 y 2006 formaron el grupo 0.Ellas. Además de esta trenza afectiva y profesional se arrojaron a la inercia salvaje del rito sagrado: durante ocho años hicieron obras, obras y más obras. Se llamaron a sí mismas 0.Ellas, y bajo ese nombre hicieron nueve espectáculos, más de uno por año. Participaron en festivales de todo el país, en festivales internacionales latinoamericanos y ganaron premios. Pero claro, con la mudanza de las tres a Buenos Aires dejaron esa historia atrás y cada una construyó su camino individual. Además, en el under del teatro porteño no se suele tener mucha idea de lo que pasa en el resto del país, así que el recorrido que traían consigo solo lo tenían ellas mismas adentro suyo.
Desde 2021 decidieron reabrir la voluntad de la creación grupal e interpelar su archivo juntas: ¿quiénes mejores que ellas mismas para contarnos lo que trabajaron y definirse o re-definirse ante el paso del tiempo?
En este marco se construye Todos los comienzos son falsos, obra compuesta como una presentación donte montan y desmontan sus andanzas, su vínculo, y nos cuentan esta historia que ellas solas saben y que ellas mismas componen.
La presentación se teje entre material audiovisual de las actrices veinte años atrás; un sinfín de recortes de diarios, fotografías, textos de ensayos, manuscritos, programas de obras que Nina, una niña con una remera de Sex Pistols, va pegando en la pared mientras transcurre la obra; Victoria, Natalia y Florencia derivan entre ejercicios físicos, sonoros, poéticos, lecturas, danzas y sacrificios.
Este desmontaje roto que nos muestran para contarnos quiénes son juntas, está enraizado y sostenido de manera directa y troncal en Las Bacantes de Eurípides. Pero no solo en Las Bacantes de Eurípides, sino en cómo esa tragedia dialoga con la reversión que ellas mismas hicieron en 2001, y cómo Anne Carson en 2015 retoma, traduce y publica con una reinterpretación revolucionaria de la tragedia.
Sobre Las Bacantes:
Eurípides escribe Las Bacantes (Βάκχαι) en el 409 a.c., una tragedia que expone entre límites y no límites la divinidad de Dionisio, el retiro de mujeres hechizadas por él al monte Citerón para hacer ritos varios y confirmar su fidelidad, Bacantes seguidoras de Baco o Dionisio inmersas en un trance lisérgico de ser y representar, jugar, sacrificar y no volver a Tebas por mucho tiempo. El borde entre la fiesta, la interpretación, y la locura es siempre fino dicen, las bacantes son el borde y el pos-borde, el abismo mismo, el no-tiempo. Son el comienzo sinfín, el instante trágico que sucede para siempre. Perderse en un monte para habitar la complejidad de ser humanas y no diosas, invocando más poderes que los dioses mismos.
En un confuso episodio Penteo —hombre-rey de Tebas a quien Dionisio viste de mujer para que camuflado se acerque al monte y vea de qué se trataba el rito en que estaban todas las Ellas de Tebas perdidas—, Ágave —su madre— conduce a todas las otras a asesinar y desmembrar a este supuesto león que las estaba amenazando con su esporádica presencia. En el trance delirante en que estaban y mientras confunde a su propio hijo con una bestia amenazante, bajan del monte con la cabeza de Penteo en un palo cual trofeo creyendo que se trataba de la cabeza de un león. Bacantes de sacrificio, de retorno, de confusión y de rito, de interpretación y de teatro que se escapa para rendirle culto a este Dios que se les presenta.
Sobre Las Bacantes de Anne Carson:
En la reinterpretación que Anne Carson hace sobre la tragedia, incorpora una lectura muy necesaria a la historia, y la que creo que confluye perfectamente entre la versión original y la incógnita presencia de estas tres cordobesas que nos traen su historia como una cabeza en un palo.
Anne Carson propone la irreverencia de anular a Dionisio como sujeto iniciador y comprender que en verdad ese despliegue de rito que las bacantes hacen supuestamente en función o a partir de un algo, en verdad ya está dentro suyo. Una mentira para ser, un primer sorbo de vino que despierta lo que ya somos.
Su traducción empieza así:
Dionysos is god
of the beginning
before the beginning.
What makes
beginnings special?
[...]
Beginnings have their own
energy,
ethics,
tonality,
colour.
[...]
Beginnings are special
because most of them are fake.
[...]
The new person you become
with that first sip of wine
was already there.
[...]
If life is a stage,
that is the show.
Exit Dionysos.
Sobre 0.Ellas, u otra forma de nombrar a Las Bacantes:
Exit Dionysos y lo que pasa en el monte queda en el monte. Lo que sucede en Córdoba queda en Córdoba, a menos que algo sobrenatural ocurra y el tiempo se desmembre para reabrir lo de antes y presentarse ante un ahora igual de despedazado e igual de confuso que ese 2001 turbulento. 0.Ellas como si 0 fuera el comienzo y después del conjunto vacío con un punto operando de decimal separatista estuvieran Ellas sujeto. Como si ese 0 Dionisio fuera la excusa y el Ellas sujeto fueran las mujeres del rito que en su sangre llevan la fuerza del trance y el sacrificio. No por él, por ellas.
Exit Dionysos y que Ellas anulen los sujetos inciadores, ni la Universidad Nacional de Córdoba, ni los Festivales del INT, ni la curaduría presente en Fundación Cazadores son los motivos por los que Ellas actúan y son. Ellas son Ellas a pesar de nosotros espectadores e incluso a pesar de ellas mismas actrices.
Ellas son y comienzan a ser hace veinte años en procedimientos de entrega a un Dionisio imaginario que no es más que ese 0. que les antecede a su nombramiento. Bacantes e impropias, atrapadas y libres en esas que fueron, que son y que siguen siendo y se definen ante el presente visibilizando su historia.
Take me
somewhere ruled by the law of desire
where we can dance you and dance you and never tire
Llévame
a algún lugar regido por la ley del deseo
donde podamos bailarte y bailarte y nunca cansarnos
Este experimento que están poniendo a merced de nuestro ser testigos es como filtrarse a ver a ellas Bacantes en el monte Citerón entregándose a lo desconocido. Nadie sabe hace cuánto tiempo lo hacen, ni hace cuánto tiempo comenzó, ni si tendrá un final algún día.
Por el momento siguen en trance y muestran sus ritos en Todos los comienzos son falsos, una creación de Florencia Bergallo, Natalia Di Cienzo, Victoria Roland y Julieta Ascar, con curaduría de Emilio García Wehbi para el ciclo Materia Efímera que se desarrolla en Fundación Cazadores.
Quedan funciones los sábados 6 y 13 de julio a las 20hs Entradas acá.
Biografías del equipo:
0.ELLAS
Se forma en el año 1998 como grupo de independiente de investigación y producción teatral, con alumnas del Departamento de Teatro de la Universidad Nacional de Córdoba. Dentro del trabajo del grupo puede distinguirse una tensión entre el interés por la puesta en escena de textos teatrales contemporáneos, y la construcción de dramaturgias propias a partir de la investigación escénica, con un foco siempre presente en la actuación como productora de sentido y motor de la creación.
Aún disuelta la compañía, las tres siguieron investigando sobre el movimiento consciente, la voz, la palabra performática, y las problemáticas vinculadas al cuerpo en escena y al lenguaje performativo. Fue en el 2021 que retoman la voluntad grupal y deciden abrir e interpelar su archivo, como manifestación del tiempo acumulado en cada cuerpo y singularidad.
Durante el período fundacional del grupo, estrenaron: “Ofelia” (1999), re-escritura dramática basada en textos de Müller y Shakespeare, dirigida por Renata Gatica, “Bacantes XXI” (2001), inspirada en “Las bacantes” de Eurípides, dirigida por Marcelo Arbach, “Yo maté a Mozart?” (2001) de Gonzalo Marull, “La historia de llorar por él” (2002) de Ignacio Apolo, dirigida por Luciano Delprato, “La terrible opresión de los gestos magnánimos” (2003) de Daniel Veronese, dirigida por Victoria Roland, “Pegarle a la bolsa” (2004), dirigida por Constanza Macras para el Goethe Institut Córdoba, “Yesterdei. Cosas que se pierden a la siesta” (2004) de Florencia Bergallo, Luciano Delprato y Victoria Roland, “Bahía buen suceso” (2006), dirigida por Florencia Bergallo, y “La noche falsa” (2006), dirigida por Luciano Delprato. Sus obras se presentaron en Córdoba y realizaron giras por todo el país, participando de Fiestas Nacionales del Teatro, encuentros y festivales provinciales, y festivales internacionales como el Festival de Teatro del Mercosur y el Festival Teatro a Mil de Chile.
Y en el 2006 obtienen el premio “Cabeza de vaca” en artes escénicas, otorgado por el Centro Cultural España-Córdoba, a artistas jóvenes destacados de la ciudad de Córdoba.
NATALIA DI CIENZO
Natalia Di Cienzo es creadora en artes escénicas, actriz y docente de actuación. Investiga diversas técnicas somáticas en cruce con lo escénico. Actualmente forma parte del DÚO OLYMPE junto a la artista visual Marina De Caro, indagando las complejidades del cuerpo en escena, el sonido y los soportes textiles.
FLORENCIA BERGALLO
Es creadora en artes escénicas, actriz, docente y Licenciada en teatro por la Universidad Nacional de Córdoba. Investiga sobre el movimiento consciente, la voz y las problemáticas vinculadas al cuerpo en escena y al lenguaje performativo. Su práctica se desarrolla en alianza con artistas de otras disciplinas en proyectos específicos, como La Cuerda Grupa, Jessica Pinkus, Isabel Pinczinger, Victoria Roland, Natalia Di Cienzo, Marina Sarmiento y Ezequiel Abregú entre otrxs.
VICTORIA ROLAND
Es creadora en artes escénicas, actriz, directora, dramaturga, docente de actuación y Licenciada en Teatro de la Universidad Nacional de Córdoba. Su práctica se desarrolla en el cruce entre el teatro, la performance y la investigación de lenguajes híbridos. Investiga especialmente el cruce entre literatura y escena, focalizado en la potencia de la palabra performática. Forma parte de la compañía La Mujer Mutante, con quienes investiga propuestas interdisciplinares de intervención en el espacio público.
JULIETA ASCAR
Es directora de arte y escenógrafa. Estudió diseño en la UBA y arte en la Escuela Superior de Bellas Artes. Inició su carrera profesional a fines de los años 90 en el Teatro San Martín.
Su trabajo combina al diseño escenográfico con la dirección de puesta en escena, la dramaturgia y la curaduría; dentro de los circuitos culturales y comerciales complementariamente.
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